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Jul2020

Artículo Roland Berger: Cómo prepararse para la nueva normalidad

La crisis económica y sanitaria generada por la COVID y la nueva normalidad está suponiendo un reto de transformación y adaptación para todos los sectores y compañías, impactando en casi todos los ámbitos, como en los modelos operativos, en las cadenas de suministro, en los patrones de compra y consumo de los bienes, o en la redefinición del espacio y la forma del trabajo.

La automoción se encuentra en una situación muy particular; la industria ya venía de un periodo de cambio previo a la COVID. La automoción ya estaba sufriendo los efectos del dieselgate, las grandes inversiones para la electrificación y la digitalización, la caída de la demanda regional, el aumento de impuestos y aranceles, el impacto de la movilidad compartida, etc.

La industria de la automoción es una industria con muchas fricciones y este periodo de cambio previo a la COVID solo estaba reduciendo las fricciones intrínsecas de la propia industria: 

  • Muy baja productividad de los activos: en promedio, un automóvil solo se usa durante 60 minutos por día, lo que representa menos del 5%.
  • Víctimas: Casi 1.3 millones de personas mueren en accidentes de tránsito por año, lo que representa el 2.2% de todas las muertes a nivel mundial y entre 20 y 50 millones de personas adicionales resultan heridas o discapacitadas.
  • Congestión: los viajeros pasan mucho más de 10 mil millones de horas al año en congestiones, lo que representa aproximadamente el 10% de su tiempo de conducción.
  • Emisiones: el transporte por carretera causa más de 5,500 Mt CO2, lo que equivale al 17% de las emisiones globales de CO2

Por lo tanto, la nueva normalidad, lo que provocará es una aceleración e intensificación de la transformación inevitable que ya se había iniciado en la industria de automoción:

Nuevas tecnologías de propulsión

  • Amenaza de aumento del liderazgo de China en VE
  • Incremento de la consolidación tecnológica (p.ej. plataformas Cros-OEMs) y reducción de la variedad de modelos y trenes de propulsión
  • Potencial crecimiento de las pilas de combustible como alternativa a las baterías, especialmente en UE y China

Cadenas de suministro globales

  • UE y EEUU necesitan invertir en cadenas de suministro regionales que pueden conducir a un aumento de costes 
  • La pérdida de exportaciones de componentes de China a UE y EEUU incrementará la presión comercial
  • Esperado aumento de la intensidad de la guerra comercial

Movilidad compartida & MaaS

  • Menor velocidad de crecimiento para servicios de movilidad con un foco mayor en TaaS
  • Eliminación o consolidación de players pequeños o enfocados regionalmente – Los principales players permanecen y definen el mercado futuro

Movilidad autónoma

  • Descenso de inversiones individuales en MA e incremento de la cooperación y asociación
  • Las empresas de automoción confían en las soluciones de las grandes compañías tecnológicas
  • Presión desde China por su ganar ventaja tecnológica y convertirse en el líder mundial de la inteligencia artificial

Esta transformación de la industria provocará que, incluso con una salida de la crisis en forma de U a nivel macroeconómico, la automoción permanezca en un periodo de cambio profundo y posiblemente en crisis. Ante esta situación los proveedores tienen que actuar ya, tienen que aprovechar la energía de cambio positivo producida por la crisis del COVID.

El futuro de la industria de la automoción pasa por una consolidación provocada por contar con márgenes aún más reducidos y con una alta necesidad de inversión que generará una consolidación de los OEM's y los proveedores. Entrarán nuevos players (OEMs y proveedores) con capacidades diferenciales en electrificación (baterías y componentes), conducción autónoma y software. Se desarrollarán nuevas plataformas de movilidad y nuevos ecosistemas de proveedores y OEMs. Se redefinirán las cadenas de suministro y se lanzarán iniciativas de protección del empleo y las capacidades regionales.

En definitiva, en 2030 la industria de la automoción será completamente diferente a lo que conocemos hoy en día. Desde Roland Berger vemos critico que los proveedores de automoción empiecen a prepararse para esta transformación: 

  • Optimizar las estructuras organizativas y los modelos de trabajo
  • Optimizar el portfolio de clientes y de productos
  • Adquirir o desarrollar capacidades relacionadas con la electrificación / software / conducción autonoma
  • Definir un posicionamiento claro y una propuesta de valor diferenciadora
  • Impulsar activamente la consolidación, mediante desinversiones, fusiones o adquisiciones
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