ÍNDICE DE CONTENIDO
Sistemas de propulsión: ¿cuáles son las tecnologías más prometedoras?
Los sistemas de propulsión híbridos, clave en la transición
Ventajas de los sistemas de propulsión híbridos
Sistemas de propulsión eléctricos, los grandes favoritos
El hidrógeno recibirá el impulso necesario
- La estricta normativa medioambiental y la concienciación tanto de los usuarios como de la industria en materia de sostenibilidad han dado como resultado un elenco de sistemas de propulsión para los vehículos cada vez más amplio.
- Los proveedores de componentes nacionales están trabajando en el desarrollo e innovación en los sistemas de propulsión híbridos, eléctricos y de hidrógeno, que son algunas de las tecnologías más prometedoras.
El sector de la automoción no es ajeno al desafío medioambiental, que implica la descarbonización de todos los vectores energéticos. Especialmente en los últimos años, las tendencias sociales y legales han impulsado la necesidad de frenar el cambio climático y reducir el impacto ambiental del sector transporte. En este sentido, los nuevos sistemas de propulsión juegan un papel protagonista.
La existencia de compromisos como el Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo o la Descarbonización de Europa para 2050 dan lugar a nuevos retos y oportunidades de negocio para las compañías de la industria. Por ese motivo, durante la última década los proveedores de componentes han estado inmersos en un profundo cambio hacia la búsqueda y apuesta por el desarrollo de sistemas de propulsión híbridos, eléctricos y de hidrógeno.
¿Cuál es la tecnología más prometedora? ¿Cuáles son las ventajas, limitaciones y posible impacto en el mercado de cada una de ellas? Vamos a descubrirlo.
Los sistemas de propulsión híbridos, clave en la transición
En la actualidad, los sistemas de propulsión híbridos están teniendo un impacto muy positivo en el mercado, con un crecimiento constante. La razón es simple: aúnan una tecnología que el público conoce, como los motores de combustión interna, con la electrificación. En otras palabras, son la opción ideal en la transición hacia el vehículo completamente eléctrico.
Su éxito, junto al aumento de la demanda de vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente, ha llevado a los proveedores de componentes a invertir en nuevas tecnologías y modelos. Hoy día existe un amplio abanico de automóviles con sistemas de propulsión híbridos disponibles: micro-híbridos, híbridos autorrecargables, híbridos enchufables, híbridos de autonomía extendida, etc.
Ventajas de los sistemas de propulsión híbridos
Entre las ventajas de los sistemas de propulsión híbridos destacan:
- Mayor eficiencia energética, especialmente en la ciudad, donde es posible rodar en modo completamente eléctrico y reducir los consumos.
- Reducción de las emisiones.
- Conducción más suave, silenciosa y placentera con el motor eléctrico.
- Mayor autonomía combinada que los vehículos puramente eléctricos, lo que transmite tranquilidad y seguridad a los usuarios.
- Reducción de los costes de mantenimiento.
- Ventajas fiscales frente a los vehículos de combustión interna.
Si bien las tecnologías híbridas ofrecen claros beneficios, también tienen algunas desventajas. Por ejemplo, tienen un coste de compra superior y, en muchos casos, reducen el espacio de carga disponible. Asimismo, cuentan con autonomías eléctricas más limitadas que no permiten reducir a cero las emisiones y, además requieren de mecánicos especializados para el mantenimiento del sistema eléctrico.

Sistemas de propulsión eléctricos, los grandes favoritos
Los vehículos totalmente eléctricos son la apuesta favorita de la Unión Europea para lograr la descarbonización del transporte. Su impacto en el mercado se manifiesta en un crecimiento exponencial de las ventas, la reducción de las emisiones y los cambios en la industria automotriz y energética.
Los proveedores de componentes están impulsando la innovación en la producción de baterías, componentes electrónicos y la implementación de nuevas tecnologías. El objetivo es lograr coches eléctricos cada vez mejores en términos de autonomía, seguridad y confort, con un coste de producción más competitivo.
Las ventajas de los sistemas de propulsión eléctricos son muy similares a las de los híbridos, mejorando incluso en muchos aspectos:
- Su eficiencia energética es superior, ya que no emiten gases contaminantes ni CO2 al funcionar.
- Los costes de uso y mantenimiento son muy inferiores a los de los vehículos de combustión interna e incluso híbridos.
- Tienen mayores ventajas fiscales y beneficios adicionales en muchas comunidades autónomas.
- Ofrecen una conducción silenciosa y suave, sin vibraciones ni cambios de marcha bruscos.
- Su autonomía es cada vez mayor, asemejándose en algunos casos a la de los vehículos de combustión interna.
Como todas las tecnologías, también tienen algunos factores en contra. Ejemplos de ello son los mayores tiempos de recarga en muchos casos debido a la falta de infraestructura; la dependencia de la red eléctrica, la depreciación y la variabilidad de la autonomía en función de factores externos, como el clima.
Por otra parte, existe una preocupación entre los usuarios acerca de la vida útil de las baterías y su reemplazo. En suma, la producción y el reciclaje de dichas baterías puede tener un impacto ambiental reseñable. Por ese motivo, alcanzar un sistema de reciclaje eficiente de baterías de vehículos eléctricos es esencial para maximizar los beneficios de la industria española.
Entre los sistemas de propulsión más prometedores para la descarbonización del transporte tenemos los vehículos híbridos, eléctricos y propulsados por hidrógeno.
El hidrógeno recibirá el impulso necesario
En la actualidad, los proveedores de componentes también están trabajando arduamente en el desarrollo de los sistemas de propulsión de hidrógeno, que están menos avanzados que las tecnologías híbridas y eléctricas. Concretamente, están impulsando el desarrollo de vehículos, infraestructuras y optimización de cadenas de valor.
El hidrógeno verde, como parte de una pila de combustible, ofrece unas emisiones totalmente limpias. Por ese motivo, esta prometedora tecnología cuenta con un crecimiento proyectado significativo. Dicho crecimiento está impulsado por la búsqueda de alternativas de movilidad sostenible y la creciente inversión en infraestructura de producción y repostaje de hidrógeno.
Entre sus ventajas destacan las de los vehículos eléctricos, pero con mayores autonomías y tiempos de repostaje inferiores. Sin embargo, también enfrenta importantes desafíos como la falta de infraestructura de repostaje, el alto coste de producción y el de los vehículos. Así como las preocupaciones sobre la eficiencia energética y la seguridad de los tanques de hidrógeno.
En la actualidad, los proveedores de componentes nacionales están avanzando a pasos agigantados en el desarrollo de los nuevos sistemas de propulsión. Sin embargo, es preciso poner de relieve la importancia de la neutralidad tecnológica.
La descarbonización ha de ser progresiva y contar con certidumbre regulatoria, sin imposiciones. Solo de esta forma es posible alcanzar los objetivos de una manera eficiente, incentivando las inversiones y manteniendo la competitividad de la industria.