Así afectan las altas temperaturas a la efectividad de los frenos

  • Con temperaturas por encima de los 30ºC, la capacidad de refrigeración de los discos y de las pastillas de freno se reduce, algo que también ocurre con el líquido de frenos, aunque este puede trabajar con algunos grados más .
  • Los discos pueden llegar a deformarse, del mismo modo que el líquido de frenos podría llegar a hervir, y los frenos pueden sufrir sobrecalentamiento debido al rozamiento contra el disco. El resultado, una frenada menos efectiva o incluso que los frenos no funcionen.
  • Síntomas de que el calor ha afectado a los frenos: ruidos o vibraciones al frenar, que el pedal de freno se hunde, está muy duro o pierde capacidad de frenado.

Durante el verano de 2022, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha previsto que se produzcan un total de 93 millones de desplazamientos de largo recorrido, lo que se traduce en numerosos vehículos viajando por extensas carreteras a altas temperaturas.

Ante esta situación, desde la iniciativa Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), formada por una veintena de fabricantes de componentes de automoción adheridos a SERNAUTO, advierten sobre la importancia de realizar un adecuado mantenimiento del vehículo antes de emprender viajes de largo recorrido, “no solo por le sobreesfuerzo al que se somete, sino porque también las altas temperaturas afectan al buen estado de los frenos”, explican. “Más aun, tras la fuerte ola de calor que hemos pasado recientemente”, añaden.

Si la temperatura es elevada, por encima de los 30ºC, la capacidad de refrigeración de los discos y pastillas de freno se reduce proporcionalmente, algo que también ocurre con el líquido de frenos, aunque este puede trabajar con algunos grados de más.

En este sentido, desde ECEC subrayan que la evacuación del calor en verano es más difícil y los discos pueden llegar a deformarse, del mismo modo que el líquido de frenos podría llegar a hervir, con lo que los frenos no funcionarían.

Así, con altas temperaturas, los frenos pueden sufrir sobrecalentamiento debido al rozamiento contra el disco. «El resultado, una frenada menos efectiva», advierte la iniciativa, desde donde resaltan “la vital importancia del buen estado del sistema de frenos para la seguridad del vehículo y de sus ocupantes”.

En este sentido, si tras la ola de calor o durante las altas temperaturas que vendrán en verano, observamos síntomas como “ruidos o vibraciones al frenar, que el pedal de freno se hunde, está muy duro o pierde capacidad de frenado, deberíamos someter el sistema de frenos a revisión lo antes posible”, recomiendan.

Por su parte, la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA) ha analizado, conforme a la percepción de los talleres de electromecánica sobre el estado de los vehículos que acuden a sus instalaciones, el estado de los componentes determinantes para el control del vehículo y, en consecuencia, para la seguridad vial, con especial atención a los tres elementos del conocido como ‘Triángulo de la Seguridad’: neumáticos, amortiguadores y frenos. En cuanto a los frenos, el estudio revela que, en el caso de vehículos con más de 10 años, el estado que presentan al llegar al taller es de muy desgastados en la opinión del 76% de los encuestados. En el caso de vehículos de 6 a 10 años de antigüedad, también presentan los frenos muy desgastados en el 45% de los casos, según el estudio, con el consiguiente riesgo para la seguridad durante la conducción. Incluso, en el caso de vehículos de 1 a 5 años, el 24% de los encuestados, considera que el estado de los frenos que presentan al llegar al taller también es muy desgastado.

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