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Oct2020

Expertos señalan las oportunidades de la financiación sostenible para los proveedores de automoción

“El sector de proveedores de automoción tiene un gran impacto en el PIB y en el empleo, y es uno de los sectores más avanzados en materia de sostenibilidad ambiental, social, de buen gobierno (ESG, en sus siglas en inglés), lo que facilita el acceso a la financiación sostenible”. 

Esta es una de las conclusiones que se extraen del Coloquio digital “Finanzas sostenibles y oportunidades para los proveedores de automoción”, organizado ayer por SERNAUTO, y en el que participaron como ponentes Tomás Conde, ESG senior advisor en AERI (Asociación Española para la Relación con Inversores) y senior advisor en LLYC; y Enrique Bofill, responsable de asesoramiento en Sostenibilidad para clientes de banca corporativa y de inversión en BBVA. 

Como explicó en la introducción el Presidente de la Comisión de Negocio Responsable de SERNAUTO, Miguel López-Quesada, “en esta Comisión estamos desarrollando acciones, instrumentos y herramientas para ayudar a las empresas del sector en el proceso de transformación y transición hacia una economía más sostenible en la que están inmersas”. En SERNAUTO “queremos compartir ese conocimiento y este es precisamente uno de los objetivos de este coloquio digital: profundizar en el concepto de las finanzas sostenibles y la oportunidad que puede suponer para que nuestro sector siga la senda que ha marcado la Unión Europea con el Pacto Verde”, afirmó.

Durante su ponencia, Tomás Conde disertó sobre el concepto de la financiación sostenible y la oportunidad que supone a la hora de financiar determinados proyectos o actividades sostenibles (no solo verdes) necesarios para el negocio. 

Según la definición del Fondo Monetario Internacional, las finanzas sostenibles son la incorporación de los principios ambientales, sociales y de gobierno (ESG) en las decisiones comerciales, el desarrollo económico y las estrategias de inversión (IMF, Oct 2019).

Hoy en día, los principios ESG han pasado a ser variables de negocio y gestión de impactos, y deben colocarse en el centro de la estrategia de las empresas.

Como explicó, las finanzas sostenibles permiten el acceso a una nueva fuente de financiación y a nuevos clientes y mercados; la diversificación de la base financiera con la consiguiente diversificación del riesgo; refuerza el cumplimiento de objetivos ESG; e implica una mayor visibilidad y, por tanto, una mayor elegibilidad para cada stakeholder. En definitiva, concluyó, “las finanzas sostenibles son una herramienta de competitividad”.

En los últimos años se ha dado un fuerte impulso a la financiación sostenible, tanto por el lado del sector público, por ej. a través del Pacto Verde de la UE o inversores institucionales como el Banco Central Europeo; como por parte del sector privado desde el plano de la autorregulación y como exigencia de mercado.

Analizando el sector de proveedores de automoción, existen claros ejemplos de empresas que están ya accediendo a este tipo de financiación. “Es un sector muy atractivo para financiadores/inversores por sus cifras de impacto económico, social y ambiental”. 

En el coloquio entre Tomás Conde y Enrique Bofill se dio respuesta a las cuestiones planteadas de forma previa por algunos asistentes. Entre ellas, los expertos explicaron la diferencia entre los diferentes instrumentos existentes (bono verde, bono social, bono o préstamo sostenible, bono en transición, préstamo ligado a la sostenibilidad…). Como aclaró Bofill: “lo más importante es saber para qué quieres la financiación: para proyectos concretos (verdes, sociales, sostenibles…) o en general para la empresa”. 

El experto de BBVA explicó los factores más determinantes para atraer inversores ESG:

  • Estrategia definida de los riesgos y oportunidades con KPIs y una gobernanza muy clara.
  • Transparencia de ese plan: un buen informe de Sostenibilidad y una buena comunicación.
  • Rating ESG: tener una evaluación realizada por un tercero independiente que ayude a posicionarte lo mejor posible, posibilidad de ser parte de índices ESG. 
  • Uso de financiación sostenible: el potencial inversor ve positivamente si ya se está utilizando.

Como afirmaron ambos expertos, la financiación verde está experimentando un crecimiento a doble dígito. “Hay un creciente apetito de inversores ESG”, afirmó Tomás Conde.

Enrique Bofill apeló a la coherencia como conclusión: “la financiación sostenible es una manera de ser coherente con una estrategia establecida a corto, medio y largo plazo”. 

Para Conde es, además, un vehículo para reforzar una estrategia y un comportamiento, en definitiva, es “un lazo, no solo reputacional sino lincado a la gestión empresarial y a la estrategia de negocio, que te hace más atractivo para los stakeholders”.

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