Artículo Deloitte: Identificando las últimas tendencias del sector de la automoción

Las prioridades de los conductores a la hora de adquirir un vehículo han evolucionado en los últimos años: la seguridad, la experiencia de compra y la incorporación de las últimas tecnologías son algunos ejemplos. Uno de los cambios más sonados ha sido la irrupción en el mercado de alternativas a los vehículos de combustible fósil, como las opciones eléctricas, híbridas o que funcionen con combustibles alternativos. El informe anual ‘2019 Global Automotive Consumer Study’ realizado por Deloitte analiza la situación actual, poniendo el foco en los avances tecnológicos que están modificando y evolucionando el sector.

La principal conclusión que se extrae del informe es que el interés del consumidor en los coches autónomos va por detrás del ritmo de inversión en el desarrollo de esta tecnología. El informe anual refleja cómo la confianza en la seguridad de este tipo de vehículos se ha estancado e incluso reducido en todo el mundo a lo largo del último año. Este dato choca con la optimista cifra registrada en el pasado informe de 2018, cuyas conclusiones constataban un gran avance en la confianza hacia este nuevo tipo de vehículo. 

Algunos consumidores admiten haberse vuelto más cautelosos a raíz de las noticias sobre los accidentes en los que se han visto implicado los coches autónomos en sus primeras pruebas, especialmente en regiones del Sudeste Asiático, EEUU y Reino Unido.

Esta situación podría dar un giro si los gobiernos de los respectivos países se implicasen más en el desarrollo y uso de esta nueva tipología de vehículo. Según el estudio de Deloitte, tanto en Europa como en América un 80% de los consumidores cree necesaria su máxima o parcial intervención, mientras que en Asia la cifra supera el 90%.

Otra de las conclusiones que se extraen del estudio es que la demanda de vehículos eléctricos sigue en aumento en la Unión Europea y en el Pacífico Asiático gracias al impulso de políticas ambientales por parte de las administraciones, la apuesta de los grandes fabricantes en sistemas alternativos de combustión y un cambio de actitud de los consumidores frente a estas innovaciones.

Por otro lado, el informe destaca que el incremento de la conectividad del vehículo ha provocado un aumento en la preocupación de los usuarios respecto a la seguridad de su información biométrica, hábitos al volante y el resto de datos registrados y compartidos con terceras partes. Esta preocupación se extiende a las organizaciones responsables de la gestión de los datos.

Dentro de las posibilidades que ofrecen los vehículos conectados, las funcionalidades más valoradas por los consumidores son aquellas que suponen un ahorro de tiempo, como actualizaciones del estado de tráfico y la sugerencia de rutas alternativas. También aquellas relacionadas con un incremento de la seguridad, como actualizaciones para mejorar la seguridad al volante y prevenir colisiones o la sugerencia de rutas más seguras. 

En cambio, a la hora de pagar un extra para poder disfrutar de las ventajas en la mejora de la conectividad en el vehículo, la opinión se encuentra dividida. En este sentido, en Europa los compradores se muestran más reacios a pagar para disfrutar de conectividad, mientras que en el mercado asiático este incremento del precio lo asumiría hasta el 90% de compradores. 

Asimismo, el último estudio de Deloitte analiza cómo han evolucionado los hábitos de movilidad de los consumidores en los últimos años. En este sentido, pese a que hoy en día los usuarios tienen más opciones que nunca, el uso cotidiano del coche privado se mantiene como la opción más recurrente actualmente y esta tendencia no parece que vaya a sufrir grandes cambios en los próximos tres años.

Finalmente, el documento destaca que la implementación y consolidación de nuevos servicios de movilidad compartida hace que los consumidores más jóvenes se cuestionen la necesidad real de comprarse un vehículo propio, especialmente aquellos pertenecientes a las generaciones X y Y/Z. Sin embargo, pese a que diversas opciones de movilidad compartida se han ido integrando en ciertos mercados, el número de consumidores que utilizan este tipo de servicios de forma habitual ha disminuido en los últimos dos años.