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Ene2019

Artículo Deloitte: La Industria 4.0 y su impacto en los procesos de fabricación

Desde hace algunos años, y bajo el paradigma de la Industria 4.0, las empresas del sector vienen realizando cambios importantes en sus modelos operacionales y acometiendo fuertes inversiones en la transformación de sus operaciones. Esta es una de las principales conclusiones que arroja el estudio publicado por Deloitte 'The Industry 4.0 paradox: Overcoming disconnects on the path to digital transformation'.

Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector en el ámbito operacional es la transformación del modelo de trabajo, basándose en un prisma digital. Este proceso no es exclusivo de la tecnología y de las nuevas herramientas digitales, sino que deber ser un proceso transformacional en el que las decisiones de management, la organización, la cultura, los equipos y el propio modelo organizativo y operativo, también se adapten a esta trasformación digital de las operaciones.

A este respecto, cabe diferenciar entre dos ámbitos diferentes. Por un lado, el concepto de transformación digital orientado a la optimización de procesos de fabricación, mejora de la productividad y de los índices de eficiencia operacional. Por otro, el enfoque integral de la Industria 4.0, apalancado en la conectividad y en la gestión integral de la información que incorpora de forma implícita al cliente en el centro de la transformación digital y que modifica necesariamente los modelos de negocio en algunos casos y el modelo de las operaciones desde una perspectiva mucho más amplia.

El sector de la automoción y la industria de componentes hace ya varios años que se ha enfocado en el primer ámbito con notables avances, transformando sus procesos de fabricación, automatizando y digitalizando las líneas de fabricación, la gestión interna de las fábricas y el ecosistema asociado (proveedores, servicios e infraestructura logística, etc.). En este ámbito, la gran mayoría del sector ya ha realizado importantes avances y presenta un nivel de integración razonable de estas nuevas tecnologías (IoT, cloud, analytics, sensorización de las líneas de fabricación…) en sus métodos de trabajo y procesos operacionales.

No obstante, si nos fijamos en el concepto amplio de Industria 4.0, el recorrido y los parámetros de evolución en el sector están menos claros. Nos referimos a Industria 4.0 cuando integramos el conocimiento del cliente, del mercado, del contexto del sector, de la información de nuestros procesos de gestión de la compañía, etc. y lo ponemos todo al servicio de la toma de decisión y de la mejora continua, interconectando toda la información disponible desde los diferentes ámbitos. Es en este punto donde la Industria 4.0 tiene un recorrido enorme. Conceptos como la conducción autónoma (aplicada por ejemplo al ámbito logístico), el car sharing o la economía colaborativa pueden suponer una disrupción clave en los modelos de negocio.

El aspecto financiero de estas inversiones de transformación de las operaciones todavía supone un freno para el sector, ya que, en ocasiones, los beneficios de estas nuevas tecnologías y modelos de trabajo no se visualizan de forma inmediata ni son tangibles. Y en muchos casos hablamos de inversiones millonarias cuyo retorno no es evidente.

Para seguir avanzando en este proceso, el conocimiento y las capacidades ya existen en el sector. Sin embargo, aún no es evidente cómo rentabilizar o integrar en los procesos de fabricación esta nueva revolución industrial. En este sentido, el estudio de Deloitte concluye que el 94% de los encuestados indica que la transformación digital en una organización es imprescindible. Sin embargo, solo el 68% del total y el 50% de los CEOs ven esta transformación como una vía para mejorar la rentabilidad. Este dato indica que, aunque las empresas asocian las mejoras operacionales con el crecimiento estratégico, no relacionan necesariamente la transformación digital con el crecimiento de los ingresos o la mejora operacional.

También es clave vincular la digitalización de la cadena de suministro con el proyecto integral de transformación de la compañía. Actualmente, sólo el 22% de los responsables de la cadena de suministro tienen un papel clave en la toma de decisiones sobre la transformación digital, por lo que cadena de suministro y transformación digital aún tienen un amplio camino por recorrer y por converger dentro de las empresas. 

No se trata tanto de capacidades o de herramientas tecnológicas y digitales, sino de desarrollar una estrategia de transformación digital de las operaciones, avalada en el concepto amplio de Industria 4.0, que se materialice en pequeños proyectos o pruebas piloto, que nos permita avanzar con pasos asequibles pero escalables rápidamente, y que permitan visualizar progresivamente las mejoras que nos aportará esta revolución digital en nuestro modelo operacional.
 

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