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Jul2019

Artículo Deloitte: Los proveedores del sector de automoción en un punto de inflexión estratégico

Las tendencias en el sector de automoción –vehículo eléctrico, conectividad, economía colaborativa y vehículo autónomo– tendrán un impacto significativo en los fabricantes de automóviles, pero también en sus proveedores, que experimentarán una alta presión a transformar su negocio. No obstante, existe incertidumbre de cara a predecir cómo de significativo será el impacto de las tendencias a fabricantes y proveedores y cuándo se producirá. Por lo tanto, las empresas del sector tienen que estar preparadas, diseñando estrategias que consideren los escenarios a futuro.

Los fabricantes a futuro: ¿Líderes tecnológicos o fabricantes de commodities?

Consideramos cuatro escenarios para los fabricantes a futuro en función del desarrollo y adopción tecnológica en el vehículo y el balance de poder entre fabricantes, proveedores y agentes externos. Un primer escenario, Data & mobility manager, donde los fabricantes se desarrollan como gestores de datos y de movilidad con una posición dominante en la cadena de valor y con una fuerte componente de eMobility. Un segundo escenario, Stagnant car market, donde los fabricantes han optado por una posición defensiva dejando fuera del sector a competidores tecnológicos. Un tercer escenario, Hardware platform supplier, donde agentes tecnológicos se han apoderado de grandes partes del mercado y donde los fabricantes simplemente suministran la base, pero pueden diferenciarse con plataformas de alta calidad. Finalmente, un último escenario, The fallen giant, donde los vehículos se convierten en un objeto puramente de utilidad y agentes externos ofrecen servicios de movilidad a escala. 

Existe incertidumbre sobre cuál será el escenario a futuro para los fabricantes y proveedores, no obstante, consideramos que deben ya prepararse para las posibles oportunidades y riesgos. Por poner un ejemplo, el crecimiento de la demanda de baterías y sensores. 

Estrategias a futuro para los proveedores en el sector de automoción

Las condiciones del mercado para los proveedores cambiarán drásticamente a futuro. Son los primeros en verse afectados por el desarrollo de tecnologías. La transformación es especialmente difícil si el negocio del proveedor se centra en áreas que serán reemplazadas por nuevas tecnologías. Por lo tanto, consideramos que todos los proveedores deberían evaluar su situación actual y preguntarse críticamente hasta qué punto las tendencias y escenarios a futuro afectarán a sus negocios. Sólo aquellos posicionados activamente para un cambio relevante podrán sacar provecho de los cambios a futuro del sector.

Con estas perspectivas a futuro, consideramos que los proveedores deberían responder a un conjunto de preguntas para definir su estrategia: ¿Podemos esperar suficiente crecimiento y rentabilidad del portafolio actual de productos? ¿Cuál es nuestra estrategia para los productos con riesgo de obsolescencia y para los que esperamos volúmenes estables o crecientes? Si nuestro portafolio se vuelve (parcialmente) obsoleto, ¿tenemos que centrarnos en el resto del portafolio o debemos diversificar en nuevos productos? ¿Vemos oportunidades con nuestros productos y capacidades en otras industrias? ¿Es necesario examinar nuestro portafolio de clientes y revaluar las ubicaciones de centros de fabricación? ¿Cómo podemos financiar esta transformación?

La respuesta a las anteriores preguntas dependerá de la situación actual del proveedor y la evolución esperada de volúmenes y márgenes a futuro. 

Si el proveedor está posicionado en productos con previsiones favorables de demanda, es necesario evaluar, en función de su cuota de mercado relativa, si mantener la posición o incrementarla y si se cuenta con las estructuras para capturar el incremento de demanda.

En el caso de un proveedor de productos con previsiones de caída de volúmenes, contemplamos cuatro estrategias en función de su posición competitiva. En el caso de proveedores con una posición competitiva fuerte, deben reforzar su diferenciación en base a la innovación o centrándose en nichos donde tienen una ventaja competitiva. Si la posición del proveedor es débil, se debe considerar reducir los gastos y las inversiones, formando joint ventures o a través de programas ambiciosos de reducción de costes. En el caso de encontrarse en un segmento de mercado competitivo, los proveedores con una posición sólida deben apuntar a la consolidación. Finalmente, en una situación de alto nivel de competencia y una posición de mercado débil, la perspectiva de rentabilidad se desvanece y se debe plantear una salida controlada. 

Los proveedores de automoción se encuentran en un punto de inflexión derivado de las tendencias que ya les impactan y la incertidumbre del escenario futuro del sector. En este entorno es de especial relevancia la correcta definición de su estrategia para posicionarse proactivamente y salir reforzados de la transformación del sector.
 

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