Las restricciones chinas a la exportación de tierras raras perturban la cadena de suministro según CLEPA
La Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA) advierte de que la industria europea de componentes ya está sufriendo importantes interrupciones a causa de las recientes restricciones impuestas por China a la exportación de tierras raras y de imanes. Estas medidas han provocado el cierre de varias líneas de producción y plantas en Europa, y se prevé que los impactos se agraven en las próximas semanas a medida que se agoten los inventarios. La situación actual pone de manifiesto la necesidad urgente de una cooperación constructiva entre China y la UE para garantizar cadenas de suministro estables y resilientes para el sector de la automoción a escala global.
Los componentes afectados son esenciales tanto para vehículos con motor de combustión como para vehículos electrificados, lo que refleja el alcance de las consecuencias de estas restricciones. Desde principios de abril, se han presentado cientos de solicitudes de licencia de exportación a las autoridades chinas, pero solo alrededor de una cuarta parte habrían sido aprobadas. Los procedimientos son opacos e inconsistentes entre provincias, con licencias denegadas por motivos formales o condicionadas a la divulgación de información sensible desde el punto de vista de la propiedad intelectual.
Si bien los controles a la exportación de productos de doble uso no son inusuales, estas medidas suelen basarse en evaluaciones de riesgo transparentes y se aplican con plazos razonables que permitan la adaptación. El enfoque actual no solo genera disrupciones comerciales, sino que también mina la confianza en la cadena de suministro global.
“Con cadenas de suministro profundamente interconectadas, las restricciones chinas ya están provocando el cierre de producción en el sector proveedor europeo”, ha declarado Benjamin Krieger, secretario general de CLEPA. “Instamos con urgencia a las autoridades de la UE y China a entablar un diálogo constructivo que garantice un proceso de concesión de licencias transparente, proporcionado y alineado con las normas internacionales.”
China y Europa comparten un interés común en salvaguardar la integridad de las cadenas de suministro y del comercio global. Los proveedores chinos de imanes permanentes dependen de sus clientes europeos tanto como los fabricantes europeos dependen de los materiales procedentes de China. Si las interrupciones se prolongan, se acelerarán los esfuerzos de Europa por diversificar el aprovisionamiento e invertir en el desarrollo de motores eléctricos sin tierras raras. No obstante, estas medidas no ofrecen soluciones a corto plazo ni permiten afrontar los riesgos inmediatos que afectan hoy a la cadena de suministro. Además, amenazan directamente la producción de vehículos y miles de empleos en la Unión Europea.
