Artículo de fondo: Nueva regulación en materia de Derechos Humanos

 En el décimo aniversario de los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, iniciativa de Naciones Unidas aprobada por 193 países que marca pautas concretas sobre cómo abordar los derechos humanos desde la perspectiva de las empresas, la Unión Europea ha decidido emprender el camino de la regulación en Derechos Humanos. 

Esta iniciativa legislativa por parte de Europa aplica a todos los Derechos Humanos, obliga a todos los sectores de actividad y aplica a toda la cadena de valor de las empresas. 

Regulaciones previas como el UK-Modern Slavery Act, que pretende erradicar el trabajo forzoso de las cadenas de suministro globales o la ley de conflict minerals- UE  han impulsado la cuestión de los derechos humanos en el sector de la automoción, en particular en los fabricantes de vehículos (OEMs), que ya están aplicando procesos de Debida Diligencia en Derechos Humanos en su cadena de valor y son impulsores, aunque de manera incipiente, de iniciativas relacionadas con la gestión de los Derechos Humanos.

La iniciativa legislativa europea se encuentra, tras la aprobación por el Parlamento Europeo, en fase de elaboración. Se espera que se apruebe el primer borrador en el segundo trimestre de 2021. De momento, la propuesta que remite el Parlamento Europeo a la Comisión contiene una serie de apartados que se resumen a continuación:

•    Objetivo: garantizar que las empresas cumplan su deber de respetar y no causar ni contribuir a causar riesgos para los derechos humanos, el medio ambiente y el buen gobierno en sus actividades y en las de sus relaciones comerciales. Además, garantizar que se pueda exigir responsabilidades a las empresas por sus efectos adversos en materia de derechos humanos, medio ambiente y gobernanza en toda su cadena de valor.

•    Objeto obligado: Todas las empresas reguladas por el Derecho de un Estado miembro o establecidas en territorio UE, a las empresas que se rijan por la legislación de un Estado no miembro y no se encuentren establecidas en territorio UE cuando operen en el mercado interior vendiendo bienes o prestando servicios.

•    Deber de las empresas: las compañías deberán autoevaluar si sus actividades y relaciones comerciales causan o contribuyen a causar algún riesgo para los derechos humanos, el medio ambiente o la gobernanza, y en actuar según el resultado. El estudio no deberá limitarse al primer nivel de la cadena de suministro, se hace hincapié en que deberá alcanzar a toda la cadena de valor. En especial, habrá que identificar aquellas cuestiones que sean generadoras de riesgos significativos. Este estudio deberá ser continuo, así como la evaluación de los riesgos identificados. 

•    Mecanismos de reclamación y remediación: las empresas deberán contar con un sistema que permita a cualquier parte interesada expresar su preocupación respecto a la existencia de riesgos en los derechos humanos, el medio ambiente o la gobernanza. El sistema debe ser legítimo, accesible, predecible, seguro, equitativo, transparente, compatible con los derechos y adaptables según lo dispuesto en los criterios de eficacia para los mecanismos de reclamación no judiciales de los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (art. 31). Estos mecanismos deberán ser diseñados junto con los grupos de interés afectados. 

Lo que parece obvio es el consenso que existe alrededor de la propuesta legislativa. El pasado 8 de marzo, se llevó a cabo la votación que fue aprobada por amplia mayoría, 504 votos a favor, 79 en contra, 112 abstenciones.

Por otro lado, Alemania ya se ha adelantado a Europa y ha aprobado su ley de Debida Diligencia en Derechos Humanos. Hay que tener en cuenta que para el año 2023 las empresas alemanas van a tener que empezar a reportar su avance en la materia. Conocedores del peso que tienen los fabricantes de vehículos (OEMs) en este país, no es de extrañar que las empresas del sector empiecen a notar la presión en estos asuntos.

Coordinación sectorial

Uno de los puntos que resalta dentro de la propuesta realizada por el Parlamento Europeo es la coordinación sectorial. La coordinación sectorial se reconoce como un medio para reforzar la coherencia y la eficacia en materia de debida diligencia. Se fomentará la adopción por parte de las empresas de “planes de acción sectoriales” de debida diligencia encaminados a coordinar las estrategias de debida diligencia de las empresas dentro de un determinado sector económico. 

“Hay que buscar una focalización sectorial para abordar la legislación, y mejor si es a nivel europeo. De esta manera muchas empresas podrán hacer frente a la legislación”, afirmó Axel Voss, portavoz de EPP.

La nueva directiva va a suponer un reto muy grande para el sector de la automoción. Los fabricantes de vehículos (OEMs) se están adelantando a esta directiva, impulsados en parte por la regulación alemana, muy cercana al sector.
 
Por otro lado, analistas especializados en Derechos Humanos como CHRB están poniendo mucho el foco en el sector automoción y este año han publicado el primer informe del sector automoción, que plantea retos importantes en su cadena de valor.

“Los consumidores esperan poder impactar de una manera sostenible en sus decisiones de compra, hay que intentar que las empresas sean capaces de ofrecerles información para poder tomar decisiones informadas de compra. Además, los inversores y los stakeholders van a buscar una mayor transparencia en este asunto”, según Lara Wolters, eurodiputada por PVdA.

Todos estos factores producen que exista una mayor presión para los OEMs que van a buscar adelantarse y posicionarse como innovadores, como siempre han hecho. Esto se traducirá en una mayor exigencia hacia su cadena de proveedores que, si consiguen adelantarse igualmente y gestionar bien esta materia, tienen el éxito garantizado.

La Comisión de Negocio Responsable de SERNAUTO es ejemplo no solo de puesta en valor de la contribución del sector a la sostenibilidad como se recoge en su Libro Blanco, sino también de ayuda a las empresas en sus estrategias de sostenibilidad. Dentro de este “lab de conocimiento” se están creando herramientas exprofeso para el sector y se están organizando workshops y webinars sobre temas de máxima actualidad como son las novedades legislativas y regulaciones que afectan al sector, entre las que se encuentra la anteriormente comentada sobre Derechos Humanos. Una industria con muchos retos por delante, pero muy bien preparada para afrontarlos.

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