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Feb2022

Artículo Leyton. Los retos de innovación que afronta el sector de la automoción para 2022 - 2025

La industria de la automoción es uno de los grandes motores de la economía española. En 2019, la producción de vehículos y componentes sumada al resto de actividades relacionadas suponía el 11% de nuestro PIB y el 9% del empleo. Después llegó la COVID-19 y, con ella, la paralización de la actividad y la crisis global del sector.

En abril de 2020, la producción llegó a alcanzar el mínimo histórico, con una caída del 99% interanual. El ejercicio se cerró con un descenso del 19,6%. Y, en el primer trimestre de 2021, el negocio seguía estando un 6,2% por debajo del registrado en el mismo período de 2019 y continua con esa tónica hasta el día de hoy.

En este momento, incluso con la progresiva vuelta a la normalidad, sigue azotada por la crisis de suministros y la incertidumbre de la demanda que impiden el sector se reactive. Para ello, es imprescindible la puesta en marcha de la estrategia que ayude realmente a abordar los importantes retos que se afrontan e impulse esa transformación que le permitirá adaptarse a la nueva realidad y a las demandas cambiantes del mercado. 

Impulsar la sostenibilidad del sector  

Para cumplir con los objetivos europeos de descarbonización, España debe reducir sus emisiones GEI un 90-95% para 2050. En este sentido, el transporte es clave, ya que, en 2019, supuso el 29% del total de las emisiones de CO2 equivalente. Por este motivo, el sector de la automoción está sometido a estrictas regulaciones medioambientales. Entre ellas, la normativa CAFE, que insta a que los vehículos nuevos no puedan superar los 95 gr. de CO2 por kilómetro o la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que dicta que, antes de 2023, todas las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes cuenten con un área de bajas emisiones y que el parque de turismos y vehículos comerciales ligeros esté libre de emisiones directas para 2050.

En este escenario, acelerar la electrificación de la movilidad se ha convertido en un imperativo. Es necesario renovar el parque con más vehículos eléctricos– entre 1,5 y 1,6 millones de unidades  -, y para convencer a los consumidores se debe conseguir reducir no solo el precio de las baterías, pero también crear una red de electromovilidad que nos permita recargar de manera fácil y rápido, como los vehículos tradicionales. Es decir, se debe bajar el coste de los vehículos y ampliar el número de puntos de carga en todo el territorio español, aspecto en el que seguimos a la cola de Europa. 

Acelerar la transición digital de toda la cadena de valor

La transformación digital supone un gran reto para la automoción. Enlazando con el tema de la sostenibilidad, digitalizar toda la cadena de valor es vital para reducir el despilfarro de recursos, pero, además, mejorar la productividad, la rentabilidad y la competitividad de las empresas es inconcebible sin apostar por la nueva etapa de la digitalización industrial ya denominada INDUSTRIA 5.0.

Es cierto que el sector está haciendo sus deberes constantemente en lo que respecta a innovación - el 4% de su facturación se destina a I+D+i y, según datos de KPGM, es una de las más competitivas de Europa, ocupando el tercer lugar por detrás de Alemania y Reino Unido -, sin embargo, queda camino por recorrer. SERNAUTO ya ha publicado su hoja de ruta para afrontar la recuperación de la pandemia y la transformación industrial y tecnológica y se ha lanzado el Plan Visión Cero de la UE con el fin de reducir a cero el número de muertes en carretera en 2050 que obliga a que todos los vehículos nuevos incorporen nueve sistemas ADAS para minimizar los posibles errores humanos. Todo ello insta al sector a invertir en investigación para desarrollar y fabricar el vehículo del futuro. Pero sin olvidar a la formación de los profesionales del futuro, ya que los planes de estudio no están avanzando a la misma velocidad que el mercado. 

El vehículo del futuro es autónomo, inteligente y conectado

A los retos mencionados, debemos añadir otro no menos importante: el cambio en las expectativas de los consumidores y en sus hábitos de compra. No solo buscan vehículos más sostenibles y asequibles, también esperan que les ofrezcan la mejor experiencia posible. La promesa de un vehículo autónomo, inteligente y conectado tienen mucho que ver con ello. Aunque todavía pueda parecer ciencia ficción, no estamos tan lejos de ese escenario. 

Situando la seguridad de las personas en el centro, los usuarios de vehículo autónomo, a la hora de decidirse entre un modelo u otro, pondrán en valor aspectos como la sensación de comodidad o las prestaciones de entretenimiento y ocio, y no tanto a la experiencia de conducción y por ellos la industria debe adaptarse y evolucionar para satisfacer estas necesidades. 

En los últimos dos años, el sector de la automoción español ha tenido que afrontar grandes retos y desde Leyton sabemos que su reactivación es fundamental para el tejido industrial y la economía de nuestro país. En este sentido, ofrecemos servicios de apoyo a la gestión de proyectos de I+D y a la financiación de la I+D+i en el ámbito industrial en general y automoción en particular. Solo colaborando lograremos nuestro objetivo común: impulsar la agilidad, resiliencia y competitividad de la industria. 
 

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