La industria española de proveedores de automoción alerta sobre el riesgo inminente de disrupciones en la producción por la falta de semiconductores
La Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO) expresa su máxima preocupación ante la evolución de la crisis internacional derivada de la intervención en la empresa Nexperia por parte del Gobierno de los Países Bajos y las restricciones impuestas por las autoridades chinas a las exportaciones de dicha compañía.
Estas medidas están generando tensiones críticas en el suministro de semiconductores utilizados en la producción de vehículos en toda Europa.
La interrupción de un solo eslabón en la cadena global de suministro puede afectar al conjunto del ecosistema industrial. La automoción opera bajo un modelo de interdependencia total: si falla un proveedor, toda la cadena se detiene.
Los semiconductores implicados (de tipo maduro y esenciales para sistemas electrónicos de control, sensores o unidades de gestión) presentan muy pocas alternativas viables a corto plazo, ya que los procesos de sustitución y recalificación de componentes requieren tiempo. Esta situación podría derivar en paradas de producción en cuestión de días si no se restablece el flujo normal de suministro.
“No estamos en un momento para asumir interrupciones productivas ni incertidumbres en la cadena de suministro”, subraya el Director General de SERNAUTO, José Portilla. “La industria europea de automoción necesita estabilidad, coordinación institucional y una respuesta concertada inmediata que permita garantizar la continuidad industrial y el mantenimiento del empleo”, añade.
SERNAUTO mantiene un seguimiento permanente de la situación, en estrecha coordinación con las autoridades nacionales y europeas competentes, con el objetivo de evaluar el impacto potencial sobre los proveedores españoles y apoyar una respuesta europea unificada que preserve la continuidad de la producción.
La Asociación reitera la necesidad de una actuación conjunta a nivel europeo, basada en la seguridad jurídica, la integridad del mercado interior y la autonomía industrial estratégica, que combine la protección de la soberanía tecnológica con la preservación de la competitividad, la estabilidad industrial y el liderazgo innovador del sector de automoción europeo.
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