Iniciativas europeas y españolas sobre materias primas críticas
En Europa existe una fuerte dependencia de otras zonas geográficas para la importación de materias primas para la fabricación de productos industriales, entre ellos los vehículos y sus componentes. La Comisión Europea elabora periódicamente estudios sobre materias primas críticas y, además, la crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de contar con cadenas de valor integradas geográficamente.
El pasado 3 de septiembre la Comisión Europea publicó la comunicación “Resiliencia de las materias primas fundamentales: trazando el camino hacia un mayor grado de seguridad y sostenibilidad” (COM (2020) 474) que recoge una nueva lista de materias primas críticas para la industria europea, desde el punto de vista de la dependencia del exterior y las dificultades para garantizar su suministro.
La comunicación se ha basado en el cuarto estudio de la Comisión Europea sobre las materias primas críticas, publicado a principios de 2020. En la edición de este año (Study on the EU's list of Critical Raw Materials - 2020) se han valorado 66 materias primas candidatas, que comprenden 63 materiales individuales y 3 grupos de materiales (10 tierras raras pesadas - HRRE, 5 ligeras – LREE y cinco del grupo del platino – PGM). Se han incorporado cinco materiales nuevos: arsénico, cadmio, estroncio, zirconio e hidrógeno.
Los resultados de la valoración de esos 66 candidatos, en base a su importancia económica y al riesgo de suministro, muestran que existen 30 materias primas críticas, según se muestra en la siguiente figura:
Estas 30 materias primas como críticas están recogidas en la siguiente figura en la que también se indica el principal productor mundial de cada una de ellas.
Materias primas críticas para sectores estratégicos
El Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea ha elaborado recientemente un Estudio prospectivo de las materias primas críticas para tecnologías y sectores estratégicos en la UE, en el que recoge un análisis sistemático de las dependencias de cadena de suministro de 3 sectores estratégicos: las energías renovables, la movilidad eléctrica y defensa y aeroespacial. En el estudio se incluye una estimación de la demanda de materias primas y los traslada a escenarios de neutralidad climática para 2030 y 2050.
La siguiente tabla muestra las materias primas utilizadas en las tecnologías clave para las transiciones digital y verde y su riesgo de suministro relativo:
El informe señala que, comparado con el suministro actual, para las baterías para los vehículos eléctricos y el almacenamiento energético, en 2030 se necesitaría 18 veces más litio y 5 veces más cobalto y en 2050 casi 60 veces más litio y 15 veces más cobalto. La demanda de tierras raras empleadas en imanes permanentes, utilizados en vehículos eléctricos, robots o generadores eólicos, podría incrementarse 10 veces. Además, para acometer con éxito la estrategia europea de hidrógeno, se necesitaría un suministro fiable de metales del grupo del platino para las pilas de combustible y los electrolizadores.
Las materias primas críticas también son esenciales para el futuro digital de Europa. Según el estudio, se precisarían 120 veces la demanda actual de neodimio (tierra rara) para el almacenamiento de datos global en 2025.
Estos ejemplos muestran que asegurar el suministro de materias primas, tanto de fuentes primarias como secundarias, así como las políticas continuadas de investigación e Innovación para la sustitución y el diseño de productos más sostenibles, son condiciones indispensables para contar con una industria europea competitiva y resiliente, su recuperación de la crisis de la COVID-19 y la transición hacia una economía verde y digital.
Gestión de materias primas minerales
En España, el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), plantea la necesidad de adoptar medidas para actualizar la información sobre las reservas de materias primas en España y su futura demanda en función de las necesidades tecnológicas y la propuesta de Estrategia a Largo Plazo (ELP), por su parte, establece la reutilización y reciclaje y el fomento de la economía circular como primera opción para alimentar los procesos productivos, y, una vez agotados y siempre que sea económicamente viable, el aprovechamiento de los recursos minerales autóctonos bajo estándares medioambientales y de sostenibilidad europeos, asegurando la reducción de emisiones en el sector y disminuyendo en la medida de lo posible la dependencia de las importaciones.
En el proceso de elaboración de la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto en marcha una consulta pública, que finaliza el próximo jueves 26 de noviembre, con el objetivo de identificar la prioridades y recursos necesarios así como los principales retos para el desarrollo sostenible de las materias primas minerales y las posibles medidas para superarlos.