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Dic2019

Artículo: EL PLAN DE IGUALDAD, UN ELEMENTO OBLIGATORIO POR LEY

Una de las grandes tendencias actuales dentro de la función de gestión de personas, es la de establecer en nuestras empresas la igualdad de trato y oportunidades en el ámbito laboral entre mujeres y hombres a todos los niveles. 

Este hecho debe formar parte de la estrategia de recursos humanos de nuestras compañías, ya que los beneficios que aporta son muchos, además de ser una obligación legal.

La herramienta fundamental para ayudarnos a conseguir esta meta es el Plan de Igualdad.

Gracias a la implementación en nuestra empresa de dicho plan, mejorará nuestra imagen empresarial, aumentará nuestra competitividad y también conseguiremos más compromiso hacia nuestro proyecto por parte de todas las personas de la empresa. Podremos, además, detectar situaciones de discriminación, y podremos también actuar para evitar la conflictividad laboral.

El plan de igualdad, tal como lo define la ley, es un conjunto ordenado de medidas, adoptadas después de realizar un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar en la empresa la igualdad de trato de oportunidades entre mujeres y hombres, y a eliminar la discriminación por razón de sexo.

Para la correcta implantación de un Plan de igualdad, por lo tanto, deberemos primero realizar un diagnóstico de la situación actual de nuestra compañía. A partir de aquí estableceremos objetivos concretos y plazos a cumplir, encaminados hacia esa política de igualdad. Y por último se establecerán evaluaciones y seguimientos semestrales o anuales, que nos servirán para conocer el desarrollo del plan y en qué medida estamos acercándonos a los objetivos fijados.

Las diferentes fases del Plan incluyen las descripciones de los puestos de trabajo, el establecimiento de grupos profesionales y la definición de indicadores asociados al desempeño o rendimiento individual. Todo esto nos va a permitir poder evaluar el desempeño y rendimiento de forma general, objetiva y concreta para todos los miembros de la organización, proporcionando la equidad necesaria para medir el desempeño.

Es por lo tanto muy positivo para nuestro desarrollo empresarial y para la mejora de la eficiencia de nuestra empresa. 

Este objetivo es también un requisito legal desde marzo de 2007, cuando se promulgó la “Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo”. Esta norma de ha reforzado recientemente tras la aprobación del “Real Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación”.

Dentro de estas medidas, la ley establece la obligación para todas las empresas de adoptar una política de igualdad, concretando toda una serie de normas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral, latentes o existentes.

Para determinadas empresas, esta ley establece la obligatoriedad de adoptar medidas a través de la puesta en marcha de Planes de Igualdad en la Empresa:
-    Empresas de más de 150 trabajadores a partir de marzo de 2020.
-    Cuando lo determine el convenio colectivo aplicable y en los términos en él previstos.
-    Cuando la autoridad laboral lo hubiera acordado en un procedimiento sancionador. Es decir, la aplicación de un Plan de Igualdad en la Empresa constituiría la sustitución de dichas sanciones accesorias.

Asimismo, para el resto de las empresas, es un procedimiento voluntario pero muy recomendable, siendo ventajoso en la contratación con la administración pública, licitaciones y subvenciones.

Es interesante, por tanto, poner en marcha el Plan de Igualdad en nuestra empresa por los beneficios que nos aporta a todos los niveles, estemos obligados ya legalmente o no.

Tenemos la oportunidad de ver la implementación del Plan de Igualdad como un modelo de Estrategia de Recursos Humanos, encaminado a la mejora general del bienestar en nuestro trabajo, índice que siempre se relaciona con una mejora en la productividad, más que como una obligación legal. Y nos sirve, además, para hacernos una idea exacta de dónde estamos (diagnóstico) y de dónde queremos ir (visión estratégica).

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