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May2019

'Respirar tranquilos’ de la mano de los filtros de habitáculo

Un correcto estado de los filtros de habitáculo siempre es importante, pero más aún en primavera. El aumento de los niveles de polen, unido a la subida de temperaturas, hace que el perfecto estado de este componente del vehículo sea clave.

En este sentido, desde la iniciativa ‘Elige calidad, elige confianza’, iniciativa coordinada por SERNAUTO,compuesta por los principales fabricantes de componentes de automoción de primer equipo, subrayan la importancia de que los vehículos, sobre todo en estos meses, dispongan de filtros de habitáculo de calidad. El objetivo, ‘respirar tranquilos’ en un doble sentido: evitar síntomas de alergia y ahorrar combustible. 

Así, Magneti Marelli y Mann+Hummel, compañías adheridas a ECEC y especializadas en el desarrollo, fabricación y comercialización de filtros de habitáculo, profundizan sobre la importancia y el futuro de este componente automoción. 

Ambas compañías coinciden en la relevancia de la calidad de los filtros de habitáculo, no solo para proteger a conductor y pasajeros de la contaminación atmosférica, sino también para permitir una conducción segura. Así, insisten en la importancia de sustituir este componente cada 15.000 kilómetros o una vez al año, así como cuando el conductor perciba una menor entrada de aire, olor extraño al encender o apagar el sistema de climatización, cuando el habitáculo no se enfría adecuadamente al encender el aire acondicionado o cuando se acumula de forma rápida polvo o suciedad en el salpicadero. 

En cuanto a la seguridad, desde Magneti Marelli advierten que “un metro cúbico de aire contiene entre 10 y 80 billones de partículas (bacterias, hongos, esporas, polvos industriales, partículas abrasivas, hollín o gases) que se pueden depositar en el tracto respiratorio”. Además, “en primavera, el polen puede causarnos dificultades respiratorias y estornudos, lo que reduce significativamente el nivel de atención en la carretera, y se incrementa de este modo el riesgo de accidente”, subrayan desde la compañía. 

Y es que, como señalan ambas compañías, “un estornudo a 80 kilómetros por hora puede ocasionar una pérdida de visión durante 45 metros”, por lo que para evitar reacciones alérgicas durante la conducción, el buen estado de los filtros de habitáculo es clave, “más aún en grandes ciudades y zonas industriales”. Y es que, en épocas de polen, un solo mililitro de aire puede llegar a contener 3.000 tipos de pólenes. 

Desde Mann+Hummel destacan además el papel que desempeñan los filtros de habitáculo en la prolongación de la vida operativa del sistema de aire acondicionado, “al evitar que se formen depósitos en las finas estructuras del evaporador”. Y es que con el paso del tiempo, el núcleo del filtro -el medio filtrante- se obstruye de forma gradual, lo que puede llevar a una reducción de la capacidad del ventilador de entre el 50 y el 70 por ciento, cuestión que a su vez conduce a un mayor consumo de combustible y desgaste del sistema, si regulamos el aire acondicionado hasta alcanzar la sensación térmica deseada dentro del habitáculo.

I+D+i en un contexto orientado a la reducción de los niveles de contaminación

Muchos son los esfuerzos de agentes públicos y privados dirigidos a reducir los niveles de contaminación. En este sentido, según Magneti Marelli, el desarrollo de los filtros de habitáculo se dirige a tratar de filtrar las partículas contaminantes más ‘ínfimas’ y, a la vez, las más peligrosas para la salud, pues las mucosas del organismo no siempre son capaces de retenerlas. Para ello, la evolución de los filtros de habitáculo ha llevado a “la agregación de una capa de carbón que elimina los gases tóxicos y olores de la combustión, mediante un filtrado químico que aumenta además el confort dentro del vehículo”, señalan desde la compañía.  

Por su parte, Mann+Hummel señala que, en este contexto, el desarrollo de los filtros de habitáculo “pasa por desarrollar medios filtrantes más eficaces para retener gases ácidos (NO2, SO2, H2S), relacionados con enfermedades pulmonares y cardiovasculares; compuestos orgánicos volátiles (VOC), que irritan las mucosas; así como amoniaco, que puede transformarse en compuestos nitrogenados muy perjudiciales para la salud”. 

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